Si miras esta vivienda desde la calle parece una casa más de las que hay en el vecindario. La fachada se mantiene prácticamente intacta. Sólo una puerta verde brillante con un panel de policarbonato translúcido deja entrever el interior contemporáneo. El estudio de arquitectura Feldman ha sido el encargado de reformar esta clásica vivienda victoriana en San Francisco. En el interior descubrimos espacios abiertos, amplios y muy luminosos. La planta baja se fusiona con el exterior los días de verano gracias a una enorme cristalera de paneles correderos. La continuidad en la gama de colores del pavimento potencia esta sensación. Una escalera/elevador conduce a la planta de arriba donde encontramos dos dormitorios y la suite principal. La esencia de la antigua vivienda se mantiene gracias a los revestimientos de madera en paredes y techos, muebles empotrados y molduras. Una paleta de grises, blanco, acero y vidrio, con estallidos ocasionales de color, refleja la síntesis sencilla pero innovadora de lo antiguo y lo nuevo.
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